A nivel cerebral y neurológico, la música brinda innumerables beneficios a quienes la practican regularmente. Las investigaciones realizadas por Richard Frackowiak del Instituto de Neurología de Londres, han comprobado que el cuerpo calloso (conglomerado de fibras nerviosas que conectan los hemisferios cerebrales transfiriendo información de uno a otro) es más grueso y está más desarrollado en los músicos que en otras personas. Esto comprueba que la música incrementa las conexiones neuronales y estimula tanto el aprendizaje -actividad prioritaria del hemisferio izquierdo-, como la creatividad, actividad principalmente desarrollada en el hemisferio derecho.